Año 2006. Vacaciones de verano en el Valle del Loira. Probablemente la región más bella de Francia (y mira que es difícil decidir en el país vecino). Visitas todos los castillos que puedes y te pierdes en esos atardeceres a la orilla de un río que en la época estival muestra sus numerosos bancos de arena. Paras el coche, pones una canción romántica de Charles Aznavour y con las puertas abiertas de par en par te marcas un baile a lo agarrado con tu pareja. Bailas al lado del Loira y cae un beso o dos. Algún coche que pasa toca el claxon en un gesto de complicidad y de saludo al amour. Estás en Francia.
Desde el pueblecito de Amboise (si alguna vez te has preguntado porqué La Gioconda está en el museo del Louvre deberías ir a indagar por esa villa), la ciudad de Tours queda a tiro de piedra. Y para los que amamos el automovilismo y la marca Porsche, Le Mans es casi un paseo de unos 100km hacia el Norte tomando la autopista A28.
Ese día de Julio la A28 está cerrada por obras. En el Norte de Francia llueve mucho y no es de extrañar que dediquen los mejores días del año a hacer reparaciones. O que dedicasen: actualmente la densidad de tráfico en Francia por el verano es tal que cualquier corte en una autopista principal puede llevar a embotellamientos de 200 kilómetros. No exageramos.
Tomamos pues la carretera departamental D338, atravesamos el pueblecito de Écommoy y después el de Mulsanne, que ya nos suena de algo. No andamos ni un kilómetro y de repente, en una rotonda, vemos en su centro la figura de un cronómetro. Tomando de frente, la D338 sigue en dirección Norte pero ya eres consciente, lleno de emoción, que estás en la mismísima recta de Les Hunaudiéres del circuito de las 24 Horas de Le Mans. La rotonda que has dejado detrás no es otra cosa que la curva de Mulsanne, la del final de recta. Vas en sentido contrario, si, pero te da igual: a ambos lados de la carretera ves las protecciones y vallas permanentes. Y pocos metros más allá, los árboles que ya veías de niño por televisión desde el helicóptero que seguía a los coches en carrera. Es como un sueño hecho realidad.
En el AsturRing somos unos apasionados de las 24 Horas de Le Mans. En nuestra opinión se trata de la mayor carrera automovilística del mundo. Ni la Formula 1 tiene ese espíritu. Tal vez el Gran Premio de Mónaco tenga ese punto histórico que permita acercársele, pero La Mans es Le Mans, y nada hay comparable (por cierto, para que en Francia te entiendan, hay que pronunciar “le man”, con una “a” oscura y nada de la “s” final, que se hace muda).
Curiosamente la gente suele pensar en la carrera como algo que empieza a las tres de la tarde de un sábado de Junio y termina a las tres de la tarde del domingo siguiente. Esa es solo parte de la historia. Están los entrenamientos de los días anteriores y sobre todo el ambientazo que vive la ciudad durante toda una semana. Toda la Villa de Le Mans se vuelca con la gente que viene: pilotos, visitantes y coches. Es una fiesta constante llena de vida. En el 2006 no lo sabíamos, pero ese espíritu festivo, ese convivir entre máquinas, pilotos y gente es lo que al final ha inspirado el ambiente que se genera en Villaviciosa el día que celebramos el AsturRing cada primer fin de semana de Mayo. A una escala llena de humildad, por supuesto, pero esa ilusión compartida que se genera es una de las claves del éxito del AsturRing.
Seguimos en Le Mans: La razón por la cual la carrera se celebra siempre a mediados de Junio es sencillamente por que es el periodo de tiempo cuando las noches tienen menor duración. Anochece sobre las once de la noche y a las cinco de la mañana ya se notan las primeras luces para poco tiempo después, y si está despejado, ver un sol naranja tumbado sobre el horizonte que te da de frente al pasar la curva Dunlop. No existe mayor belleza en el automovilismo deportivo.
Porsche ha ganado Le Mans en 19 ocasiones en la categoría absoluta. Ningún otro fabricante de deportivos tiene tal marca. Audi es el único que se acerca relativamente con 13 victorias y Ferrari está ya con 9. Nombres míticos como Jaguar, Bentley, Alfa Romeo, etc., están todas por debajo de 8 victorias.
Mazda en 1991 ha sido hasta ahora la única marca japonesa vencedora en Le Mans. ¿Será este año 2018 el segundo? ¿Ganará Fernando Alonso con Toyota? Poderío tecnológico y talento de pilotaje hay de sobra, pero será capaz Toyota de quitarse el mal fario de estos últimos años? Nadie lo sabe. Lo que si es seguro es que algún AsturRinger irá hasta Le Mans a ver la carrera y otros muchos prepararemos nuestro propio “paddock” con la tele enfrente del sofá, el portátil o la tablet a mano para ver los tiempos y toda suerte de snacks y bebidas para ir presenciando el evento.
Os dejamos en esta entrada al Blog varias fotos de nuestra segunda visita a Le Mans en 2012, en concreto al Museo del Circuito. Entre 2006 y 2012 se hizo una importante reforma al Museo y merece la pena visitarlo. Dedicaremos espacio para esta Edición 2018 de las 24 Horas de Le Mans tanto en nuestro Instagram como en nuestra página de Facebook. Arrancamos motores y ya veremos que pasa el 17 y 18 de Junio!