La primera vez que se viene a hacer la TransAsturiana desde fuera de Asturias, y a veces incluso desde dentro, siempre suele haber dudas. Está claro que se viene a una de las primeras celebraciones Porsche en España del año, y se sabe de antemano que de lo que se trata es de recorrer Asturias de Este a Oeste, siempre muy cerca de la costa. Pero para los que vienen desde más lejos, y hablamos por ejemplo, desde Murcia o desde el Norte de Francia siempre va uno con la misma duda: Merecerá la pena el palizón?
Como comentábamos en entradas anteriores a este Blog, la TransAsturiana comienza en Unquera, todavía en Cantabria, para llegar enseguida hasta el pueblecito de Panes y abordar un tramo rápido paralelo al río Cares, llegar al Mirador del Naranjo de Bulnes y subir el Puerto de Las Estazadas, llegar a La Robellada y cambiar rumbo norte hasta la Playa de San Antolín. Desde ahí todo por la antigua carretera de la costa para alcanzar primero Ribadesella donde es mandatorio efectuar una parada para visitar una de las villas con más encanto del Cantábrico asturiano. Se alcanzan después Colunga y Villaviciosa donde se aprovecha, faltaría más, para pasar por el AsturRing y llegar al Hotel Artiem Asturias que hace de punto intermedio.
Se sale de nuevo al día siguiente, domingo, para circunvalar Gijón desde el Sur y cambiar el rumbo hacia Avilés, punto donde nuestro copiloto marca bien las referencias para no vernos inmersos en la ciudad con más concentración de industria pesada de la región. De esta forma se llega enseguida a la Concha de Artedo para tomar la N632a y hacer un tramo de unos cuarenta kilómetros de curvas inimaginables que desembocan finalmente en el pueblo de Luarca. Desde ahí se continúa hacia Navia primero y Tapia de Casarigo después, ya ubicados en la zona más occidental de la región. Llegados a la Ría del Eo se baja en dirección sur, siempre ya acompañando la Ría hasta Vegadeo, donde nada más cruzar el pueblo se abandona Asturias y se entra en Galicia. A partir de entonces la compañía de la Ría, ahora a nuestra derecha, es el paisaje ideal para una especie de paseo triunfal hasta alcanzar Ribadeo. Todo esto es la descripción geográfica. Algo que vale a título informativo pero que es tan solo una información en bruto, sin salsa. La salsa es la gente tan maravillosa que se reúne todos los años en Marzo para afrontar un reto al volante que es la ilusión de todos nosotros. Exceptuando los rallys en competición, nos atrevemos a decir que no existe en toda España una ruta automovilística organizada que contenga más curvas a lo largo de su recorrido. Los tramos están completamente delimitados y están marcados por tiempos que sobre el papel son de descanso pero que en realidad son periodos de risas y de gastronomía. Conducir mucho, parar, reír más y dar continuos homenajes al paladar. Es dura la TransAsturiana. Son dos días que tienen muchas horas por delante pero que no se sabe porqué parece que todo transcurre a cámara rápida. Y el ritmo es cambiante a cada trazada y a cada momento. En carretera hay que pelear deliciosamente con las curvas, leer la carretera, vigilar piedras, las zonas mojadas, las curvas escondidas que están en sombra y encierran una humedad que no se ha quitado del invierno. Es pelear contra el sol en la cara en la tarde del sábado cuando las curvas ciegas se hacen más ciegas aún y la trazada, más que verse, se intuye. Es un poco un recuerdo a cuando cae la noche en Le Mans y desde un Porsche ves que el sol está encima de los árboles, completamente anaranjado y quitándote las referencias para frenar antes de las curvas. Al ponerse el sol baja mucho la luz y alcanzas entonces el primer sector del AsturRing ya con las luces encendidas. Llegas al hotel no exhausto pero si pidiendo ya la hora. Check-in, sonrisas y a la ducha. Te preparas para la cena de gala. Nuestras mujeres se hacen aún más hermosas y nosotros intentamos mantener el tipo. Existe un cierto charme al cual ayuda la romántica luz del comedor, con unas mesas espléndidamente decoradas donde los platos del menú, el cava y los excelente vinos son la excusa para más risas y nuestros brindis ya míticos: Rin-rin-rin(g). Te vas a la cama a descansar sobre el magnífico colchón de plumas con la sensación de que esto de La TransAsturiana ya está hecho. Te baja la adrenalina, caes como un plomo y el resto de la noche transcurre en un instante. Arriba que son las ocho y a las diez de la mañana hay Briefing para exponer la ruta del domingo. Palabras, palabras, palabras. Bah, esto va a ser un paseo triunfal, piensas confiado hasta que te metes en “la Torturadora” y descubres que la ruta es más exigente incluso que en el día anterior. Cuando bajas por la Ría que divide Asturias y Galicia ya vas justito de fuerzas y te asombras, como diría Javier Ares, que todavía hay alguien con ganas de encender los petardos! Es ahora cuando La TransAsturiana toma prestado conceptos del Tour de Francia y te das cuenta de que para el próximo año irás dosificando mejor las fuerzas. Y piensas, también, que aunque algo tristes pero totalmente felices cuando nos despedimos todos tras la comida en Ribadeo, sigues con la ilusión de saber que en Mayo tienes el AsturRing. Los Porsches nunca se cansan, nunca se rinden y siempre quieren más.
Dando un recorrido por la entrada del blog de la TransAsturiana 2020 solo puedo expresar dos cosas, la morriña de no poder acompañaros este año al disfrutar de las fotografias que que ilustran el blog y compartir un rato con mucha gente que conozco y que hay tenido mas suerte que yo al poder disfrutar de la experiencia y por otro lado las ganas de que llegue el AsturRing 2020 y de que que se alineen las estrellas para poder disfrutrarla con todos vosotros.
Sin más, mi más sincera enhorabuena una vez más a la organización y a todos los que habéis podido disfrutar, de nuevo o por primera vez, la experiencia Porsche por excelencia del norte de España.
Muchas gracias por dejar un comentario, Rubén. Ya verás como celebrarás el AsturRing en «modo Turbo». Abrazos!
Realmente la magia existe, existe en el Asturring, todos los participantes nos hacemos amigos, sin casi conocernos, los que ya nos conocíamos nos hacemos familia, los coches deslumbran durante los tramos, cada vez mas sorprendentes, más exigentes, mas hermosos y mas adictivos, se cual sea el modelo que conduzcas, aquí no hay clasismos, somos todos Porschistas.
Personalmente hemos estado en muchas quedadas de Porsche por toda España, pero solo hay magia en el Asturring, Luis Arguelles y Ana su consorte (magnifica conductora del 968 rojo mágico) con su magnifico trabajo detrás de cada evento, todo está pensado, estudiado y analizado con rigor para poder obtener el máximo placer entre los participantes con en cada tramo, y el respeto de los Agentes de la Autoridad, (ni una sola multa jajaja.)
Los hoteles son de Lujo, las comidas manjares, los pinchos fabulosos, pero la gente como Félix, Sandro, Nacho(se te extrañó) Sandra , Mauricio, Philippe , Manuel, Toñin y todos y cada unos de vosotros hacéis que las rutas sean eventos OBLIGATORIOS en nuestro calendario, yo seguiré siendo QUIQUE y disfrutando con mi «familia Asturring»
GRACIAS PORSCHISTAS
Que palabras más bonitas, Quique. No se qué decir. La verdad es que con vuestra presencia nos hacéis felices. Muchísimas gracias!
La Ruta Princesa, me ecanto, la TransAsturiana me enamoro y la siguiente, estoy ansioso de vivirla, no es solo una quedada de fanaticos y enamorados de su PORSCHE, da igual la potencia, el modelo, los años o el color, todos levantan pasiones. El MISTER, y Ana,(su encantadora esposa), con su dedicacion, pasion y savoir faire, hacen que estos eventos tengan calidez, como la del hogar. No solo son Kilometros repletos de curvas, es la fusion del hombre con su PORSCHE, de conocerse y respetarse mutuamente, donde el hombre y la maquina se funden hasta ser uno solo con cada curva, repleta de incertidumbre, sensaciones y emocion. Y que decir la gente?. encantadora, por que cuando compartes un delirio-pasion. Es como si todos nos conocieramos desde la escuela. Me siento afortunado por tener el placer de conoceros, y a los que no, aun no es tarde.
Amenazo con volver.
Hola Antonio. La verdad es que en las Experiencias Porsche que organizamos notamos que existe un no-se-qué que hace que salga la magia de la gente que viene a visitarnos. La magia real de lo que hacemos en La TransAsturiana, El AsturRing y la Ruta Princesa es la magia que sale de vosotros mismos. Nosotros somos simplemente unos modestos catalizadores. Y encantados de serlo. Muchísimas gracias por dejar tus comentarios. Te enviamos un fuerte abrazo!