Ruta: Bailando con Lobos

No tenemos constancia de que Kevin Costner, el protagonista de la película del mismo título que esta entrada al Blog, haya estado nunca en Asturias, pero lo que es un hecho es que nuestra región es un hábitat con abundancia de estos depredadores. Hoy os llevaremos por una ruta extraordinaria, llegando a una de las zonas donde existe más concentración de estos animales en todo el Norte de España. En Porsche y bailando con lobos. ¿Porqué no?

En la cima del Alto de San Lorenzo.
En la cima del Alto de San Lorenzo.

Nadie parece saber con exactitud el número de lobos que actualmente existe en Asturias, pero lo que si parece ser cierto es que las políticas de protección de la fauna autóctona han favorecido el aumento de las manadas en nuestra región hasta el punto de que en el año 2017 se han producido denuncias por ataques de lobos al ganado a solamente 15 kilómetros de Oviedo. Hoy nos iremos por la zona de Teverga y el Alto de San Lorenzo para terminar visitando la Casa del Lobo en Belmonte de Miranda.

Ruta de los Lobos: De Oviedo hasta Proaza.
Ruta de los Lobos: De Oviedo hasta Proaza.

Salimos desde Oviedo (ya sabéis que toda Asturias está conectada por la Autovía del Cantábrico y por la autopista “i-griega” de la zona central, como vimos en las primeras entradas al Blog, así que es fácil ponernos en línea de salida) por la autopista A-66 en dirección León para nada más dejar Oviedo atrás tomar la A-63 en dirección Grado y enseguida abandonarla para coger la N-634 en sentido Oeste. En realidad, estos primeros kilómetros coinciden perfectamente con los descritos en nuestra Ruta “Hasta el Cabo Busto en Porsche” hasta alcanzar el pueblecito de Trubia. Aquí terminan las similitudes, ya que bordearemos el pueblo bajando en dirección Sur por la carretera regional AS-228. Se trata de una carretera con un firme en excelente estado y muy racing. Apenas existen curvas excesivamente cerradas y en cambio tenemos frecuentes enlazadas que es un placer ir negociando en tercera y cuarta.

Comprobando el cierre del depósito en Proaza tras repostar.
Comprobando el cierre del depósito en Proaza tras repostar.

Antes de que nos demos cuenta llegamos a Proaza donde paramos a dar de beber a nuestro Porsche en la gasolinera que hay antes de entrar al pueblo y donde paramos otra vez en la pequeña plaza que está enfrente del edificio del Ayuntamiento a consultar nuestro mapa Michelin de la región. Proaza tiene un cierto encanto que es difícil de describir pero enormemente fácil de percibir cuando lo visitas. Suele encontrarse además fácil aparcamiento y tanto el Bar “La Abadía” como la terraza (en verano) del “Hotel Plaza” flanqueando las esquinas de la citada plaza son dos lugares que invitan a tomar un café antes de seguir adelante.

Ruta de los Lobos: De Proaza hasta Belmonte.
Ruta de los Lobos: De Proaza hasta Belmonte.

Tras las consultas y bien repostados, continuamos dirección Sur por la AS-228 manteniéndonos ahora pegados al Río Trubia y a la Senda del Oso (os prometemos otra Ruta de Osos para más adelante). El sol está bastante bajo a estas alturas del año y todos estos kilómetros los hacemos con los parasoles desplegados. Hay un gran contraste entre las zonas iluminadas por el sol y las que están en sombra de tal modo que uno queda algo deslumbrado en algunas curvas y sin apenas ver nada en los primeros metros de las zonas umbrías. Tranquilidad llevamos pues en este sector, aunque este fenómeno solo se dará en los días soleados de invierno. Ya en primavera el sol repunta alto con rapidez y la zona invita a llevar un buen ritmo en una carretera preciosa.

Ya cerca de Teverga con grandes contastes entre las zonas de sol y de sombra.
Ya cerca de Teverga con grandes contrastes entre las zonas de sol y de sombra.

Pocos kilómetros más allá, al a altura de Caranga de Abajo, la AS-228 gira a la derecha, con lo cual cambiamos rumbo hacia el Oeste y paralelos ahora al Río Teverga estamos con frecuencia en zonas de sombra, siendo testigos de algo de escarcha en los tejados de las casas de aldea. La carretera tiene visos de humedad y nos ponemos en ocho grados de temperatura según el termómetro de abordo. Sabemos que nuestros neumáticos Bridgeston S02 de verano trabajan perfectamente hasta los siete grados, pero estamos a unos 400 metros de altura sobre el nivel del mar y tenemos que subir casi mil metros más en nuestra ruta. Si por lo general las temperaturas bajan entre medio grado y un grado cada cien metros, el escenario que barajamos es de prever una horquilla de temperaturas que andará entre dos bajo cero y tres grados en el punto más alto para hoy. Nos preocupamos pero no en exceso ya que tenemos un as guardado en la manga que nos da cierta esperanza.

Al llegar a San Martín de Teverga – La Plaza, tomamos la AS-265. Existe aquí una Colegiata, la Colegiata de San Pedro de Teverga, que es de obligada visita. Se trata de un edificio a caballo entre el prerrománico y el románico del siglo XI con dos momias que le añaden fama. Nuestros planes pasaban por parar enfrente y hacerle un par de fotos con el 968 delante, pero nos encontramos con día de mercado de ganado y el pueblo está a rebosar, con los puestos de ganado y feriantes rodeando la Colegiata, así que no nos queda otro remedio que atravesar el pueblo casi al ralentí y continuar ruta.

Primeras rampas ascenso al Alto de San Lorenzo. El comienzo es muy suave.
Primeras rampas ascenso al Alto de San Lorenzo. El comienzo es muy suave.

Las primeras rampas del alto de San Lorenzo aparecen ya nada más abandonar la capital del Concejo de Teverga. Este alto une los valles de Teverga y Somiedo y está considerado objeto de culto por parte de los aficionados al ciclismo. De hecho todo este tramo de la AS-265 ha sido denominado recientemente “Ruta Ciclista Segura” por la DGT, tal y como recogíamos en el pasado mes de Agosto en nuestra entrada al Blog “Nuestros Porsche y las rutas ciclistas seguras”. Como veíamos, esta regulación añade vigilancia extra los sábados y domingos por las mañanas, pero nada nos impide circular, ya que solo hay que ser conscientes de que encontraremos algún ciclista más y que los controles de tráfico serán algo más frecuentes. En la práctica no representa ningún problema. Salvo días muy excepcionales que nadie se espere encontrar un pelotón de ciclistas: El puerto es duro y no está cerca de los grandes núcleos de población.

Una curva más y ya estamos arriba.
Una curva más y ya estamos arriba.

La subida se nos hace rápida y pronto los oídos van notando la diferencia de presión. El ultimo par de kilómetros es espectacular con un par de curvas pronunciadas que preludian la cima.

En la cima del Alto de San Lorenzo.
En la cima del Alto de San Lorenzo.

Aparcamos arriba a 1350 metros de altitud. Hay sitio de sobra y el día es magnífico. Podría ser primavera. Tenemos casi veinte grados de temperatura y era lo que veladamente estábamos esperando: Sabíamos que estábamos bajo un potente anticiclón y con práctica ausencia de viento, condiciones que favorecen las inversiones térmicas. El aire de cotas bajas apenas puede ascender, y al haber cielos despejados por la noche, las pérdidas por radiación afectan sobre todo al suelo de los valles, de ahí que observáramos la mencionada escarcha en los tejados de las casas al pasar Proaza. Esta inversión térmica permite que prácticamente estemos en camisa en la cima del puerto.

Alto de San Lorenzo, Vistas hacia el Este.
Alto de San Lorenzo, Vistas hacia el Este.

El paisaje que vemos desde aquí es sencillamente majestuoso. Hacia el Este no solo divisamos el Valle de Teverga, sino que también vemos perfectamente las últimas curvas del puerto, en una estampa que es característica del Alto de San Lorenzo. Hacia el Oeste queda el Valle de Somiedo (futura ruta!) y como suele ser habitual, el silencio lo inunda todo y valen aquí también varias imágenes más que mil párrafos:

Alto de San Lorenzo, 1395m.
Alto de San Lorenzo, 1395m.
Alto de San Lorenzo, Vistas hacia el Este.
Alto de San Lorenzo, Vistas hacia el Este.
Alto de San Lorenzo, vista del último tramo de subida.
Alto de San Lorenzo, vista del último tramo de subida.
Alto de San Lorenzo, 1395m.
Alto de San Lorenzo, 1395m.
Sacamos los prismáticos.
Sacamos los prismáticos.

Aparte de sacar la cámara, sacamos también los prismáticos que llevamos para ver si somos capaces de detectar cualquier vestigio de fauna, cualquier cosa que se mueva. Vano intento. Somos menos que profanos en el arte de la observación de la fauna y sospechamos que, como mucho, nos estarán viendo a nosotros sin ser vistos. Por las noches en este Alto es fácil, según nos cuentan, oír aullar a los lobos. En la seguridad de nuestro Porsche nunca tendremos problemas, pero si alguna vez circuláis de noche por esta zona, llevad siempre el móvil con amplia reserva de batería. Nunca pasará nada pero ya sabéis lo que dijo Reagan a Gorbachov: “Confía pero verifica”.

Comprobamos los Bridgestone S02.
Comprobamos los Bridgestone S02.

Eso hacemos también con los neumáticos del 968. En la subida al puerto hemos pasado sin darnos cuenta hasta el último momento sobre un pedrusco y toca mirar. No parece haber ningun problema pero hay que estar atentos. Como el propio manual de instrucciones del Porsche dice: «Los neumáticos tienen memoria«.

Alto de San Lorenzo, Vistas hacia el Oeste.
Alto de San Lorenzo, Vistas hacia el Oeste.

Nos tiramos una media hora haciendo fotos, mirando por los prismáticos y paseando un poco por la cima del Puerto. Pasan solamente un par de coches y la sensación de estar desconectados del mundo es absoluta, muy placentera. Es de eso que te sientes tú, tu Porsche y la naturaleza. El resto sobra. Tienes durante unos segundos el mundo en tus manos.

Comenzamos la bajada.
Comenzamos la bajada.
Desdendiendo el Alto de San Lorenzo.
Desdendiendo el Alto de San Lorenzo.
La última paella de la bajada.
La última paella de la bajada.

La bajada por la cara Oeste del Alto de San Lorenzo es sencillamente deliciosa y aun más entretenida que la subida. Ahora tenemos casi mil metros de desnivel y una paella aquí y otra allá nos pone una sonrisa permanente en la cara. Al llegar a la Riera ya prácticamente lo hemos bajado todo y es aquí donde tomaremos la AS-227 que enseguida nos conducirá al pueblecito de Aguasmestas. En este momento giramos a rumbo Norte continuando el discurrir de la AS-227 y el del Río Pigüeña.

Son aproximadamente las dos de la tarde y desde el Alto de San Lorenzo hasta Belmonte solo nos cruzamos con dos coches. El firme de la carretera es perfecto y se trata ahora de un continuo de enlazadas de tercera y cuarta durante más de 20 kilómetros. Hay algún tramo mejor que este en Asturias, pero no muchos. No es necesario que os contemos lo que estamos disfrutando.

Oficina de Información y Turismo.
Oficina de Información y Turismo.
El Hórreo de Belmonte. Se acerca la Navidad.
El Hórreo de Belmonte. Se acerca la Navidad.

Llegamos a Belmonte con hambre … de lobo, y tras esos típicos momentos en que todavía no tienes totalmente reconocido el sitio encontramos un puesto de aparcamiento enfrente de la Oficina de Turismo del pueblo y del famoso “Hórreo de Belmonte”, engalanado ya para las cercanas fiestas de Navidad. En el hueco pone “taxi” en el asfalto. Aparcamos y le decimos a alguien que parece un funcionario local: “si molestamos a alguien estamos comiendo en el Cela”. “Nada, no molestáis”. Nos encanta Gijón y Oviedo, pero donde esté la acogida de la Asturias rural que se quite el hormigón!

Hotel y Restaurante en Belmonte.
Hotel y Restaurante en Belmonte.

El Cela es probablemente el hotel más interesante de Belmonte, y el que tiene un Restaurante del que ya teníamos referencias importantes. A dos pasos del 968, no tardamos ni dos minutos y ya estamos sentados a la mesa. El menú es más que apetecible y elegimos Fabes con Jabalí y Lomo de segundo más postre y bebida.

Interior del Restaurante.
Interior del Restaurante.
Fabes con Jabalí.
Fabes con Jabalí.

Con les Fabes con Jabalí ya hubiéramos tenido de sobra como plato único, así que no nos queda otra que empujar como podemos el Lomo y el postre queda ya como pura gula, que le vamos a hacer. Hemos comido de maravilla y hemos pagado diez euros por persona. No haremos más comentarios.

Entrada a la Casa del Lobo en Belmonte de Miranda.
Entrada a la Casa del Lobo en Belmonte de Miranda.

Antes de coger el 968 nos acercamos a la Casa del Lobo para visitarla y aprender algo más sobre este depredador de la zona para descubrir que fuera de temporada alta solo abre los sábados y domingos, a no ser que se trate de un grupo y que se avise con antelación. La experiencia incluye una visita a un cercado situado a kilómetro y medio donde se pueden observar lobos en cautividad. Todos los sábados se realiza esta actividad a las 12:30. Llevad calzado cómodo.

El 968 descansando en Belmonte.
El 968 descansando en Belmonte.
Ruta de los Lobos: De Belmonte hasta Cornellana.
Ruta de los Lobos: De Belmonte hasta Cornellana.

Recogemos el 968 y salimos del pueblo con rumbo Norte sin abandonar la AS-227. El tramo sigue siendo espléndido y el disfrute continúa. A la altura de Oviñana desembocamos en el Río Narcea para pegados a él variar el rumbo en dirección Este por la AS-15 que pronto nos pone rumbo Norte hasta llegar a Cornellana.

Llegados a este punto se abre un abanico de posibilidades: Tirar por la N-634 en dirección Este para volver a Oviedo, continuar dirección Norte por la AS-16 pegados al Narcea y después Río Nalón hasta su desembocadura (carretera con firme también excelente) y hacer después la Ruta de la Torturadora, o bien tirar en dirección Oeste por la N-634 y hacer la Ruta de La Espina hasta el Cabo Busto. Esto ya es vuestra elección, pero medid vuestras fuerzas bien. Hay que tener resistencia de lobo para hacerse Asturias de una vez. Bueno, ni de lobo, francamente.

Icono de un lobo aullando.
Icono de un lobo aullando.

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