Ruta: De Oviedo a Gijón en Porsche

Son las dos ciudades más importantes de Asturias y están unidas por autopista. ¿En serio es esto una ruta? Como ocurre tantas y tantas veces el camino más corto no es el más divertido. Saldremos desde Oviedo, daremos una buena pasada por el AsturRing y terminaremos en Gijón al lado del mar. Alrededor de 120 kilómetros en vez de los aburridos 28 de autopista. Esto ya suena mejor.

Nuestro destino en esta ruta. Gijón: Mirador de la Providencia

Para dirigirnos a la zona de Villaviciosa lo primero es salir de Oviedo en dirección Este. Ante esto no hay remedio: O bien tomamos la N-634 en dirección Arriondas o bien la A-64 en dirección Santander. La N-634 es, debido a su abundante tráfico, probablemente una de las carreteras menos recomendables en toda la región para disfrutar conduciendo, así que tomaremos la autopista A-64 durante unos cuantos kilómetros mientras vamos calentando el aceite de nuestro Porsche. Abandonamos esta vía en la salida número 12, dirección “La Secada –Vega de Sariego”, para tomar inmediatamente la AS-267.

Primer tramo: Dejamos Oviedo al Oeste y vamos dirección Villaviciosa

Al poco de salir, y tras un par de rectas largas con excelente visibilidad (atención a la rotonda al final de una de ellas), enlazamos unas cuantas curvas deliciosas en subida que nos llevarán al Alto de La Campa. No es ni mucho menos un puerto de montaña, ya que solo alcanza los 400 metros de altura, pero lo divertido empieza justo al coronar, ya que desde este punto comienza la bajada hasta Villaviciosa, ya al nivel del mar. Unos nueve kilómetros llenos de curvas y con un talud siempre a la izquierda de nosotros que nos hará recordar que siempre hay que bajar con respeto. En seco y en primavera-verano no habrá problemas, pero ojo a la lluvia con carretera sucia que entonces este tramo se vuelve especialmente traicionero. También hay que tener cuidado en invierno, ya que en esta estación la bajada de La Campa está siempre en sombra y lo más normal es que esté siempre húmeda y en ocasiones con hielo. Como siempre, recordad que es imprescindible ir leyendo el estado de la carretera. Y atención, y mucha, a una doble curva ciega a derechas a la altura de Ambás. Como referencia nos fijaremos en la iglesia del pueblecito: Nada más ver su torre ahuecaremos instantáneamente ya que la trampa nos la encontraremos de forma inmediata.

Segundo tramo: SuperRing, siempre en el sentido de las agujas del reloj

Al llegar a Villaviciosa, simplemente la atravesamos y buscamos la N-632 en dirección Gijón. Este tramo, conocido como “El Pedrosu”, comienza en una rotonda con una curva bastante traicionera, también ciega a derechas y que se cierra completamente en medio de la primera trazada. Si vamos entonados lo más normal es acabar en el carril del sentido contrario. Todo el resto del Pedrosu es muy técnico, y casi todo lo haremos en segunda salvo tercera en muy contadas ocasiones. El freno lo utilizaremos con asiduidad.

Tras unos diez kilómetros de Pedrosu hacemos un stop y giramos a la derecha para tomar la AS-256 (ojo al semáforo al poco de hacer el giro: Casi siempre está en verde, pero no siempre lo está!). Hacemos unas cuantas rectas y enseguida nos desviamos a la izquierda para tomar la VV-5, justo a la altura del Bar 917. Si, así se llama el bar. No podía ser más Porsche. Parece un simple bar de carretera, pero no paréis: Se sirven los mejores cócteles de Asturias y de los mejores de toda la zona Cantábrica. Avisados quedáis!

La VV-5 comienza con un par de rectas bastante largas (especialmente para lo que es Asturias) y baja rápidamente hacia el pueblecito marinero de Tazones (uno de los mejores sitios para comer marisco en toda España) hasta que sin casi saber cómo nos encontramos con una zona de curvas de parecida densidad a la del Pedrosu. Justo antes de llegar a Tazones tomamos a la derecha y seguimos por la VV-5 ya dirección Villaviciosa. A nuestra izquierda aparecerán unas vistas espléndidas de la Playa de Rodiles y rápidamente circularemos a cota cero pegados a la Ría de Villaviciosa. Salvo algo de tráfico no deberíamos encontrar mayores problemas para llegar de nuevo a la altura de Villaviciosa.

El AsturRing

Llegamos de nuevo a la rotonda de antes y simple y llanamente damos una vuelta completa al AsturRing: De nuevo Alto del Pedrosu por la N-632 (primer sector del Ring) y continuamos enseguida por la AS-256 sin dejarla nunca hasta llegar de nuevo a la rotonda. No comentamos los detalles de este trazado de algo más de 22 kilómetros ya que es justo que este Blog tenga una entrada específica para describir el AsturRing. En cuanto la tengamos pondremos aquí el enlace.

Si no necesitamos una pastillita de Biodramina a estas alturas vamos bien. El que quiera puede disimular un poco con la excusa de repostar en la gasolinera justo al lado de la rotonda, pero si existen ánimos, tomamos el Pedrosu por tercera vez (alguno ya empezará a echar en falta la autopista) para continuar por la N-632 ahora a la izquierda en sentido Gijón nada más llegar al enclave conocido como “Venta las ranas”.

Y ya desde el AsturRing a Gijón

Atención unos 15 kilómetros más tarde: Deberemos abandonar la N-632 y en la bifurcación en forma de «Y», tomar a la derecha la AS-247 para muy poco más allá tomar de nuevo a la derecha por la GI-2. Esta última tiene un firme perfecto y un par de rectas fantásticas, pero ojo que ya estamos al lado de Gijón y ya nos podemos encontrar con los autobuses de la ciudad. Al final de esta carretera nos encontraremos con otra bifurcación donde habremos de tomar a la derecha, ya por un camino local, en dirección a la “Ermita de La Providencia”. Antes de llegar a la Ermita, tomamos la primera desviación a la izquierda que encontramos, seguimos todo recto y en cosa de 500 metros hemos llegado a destino: El mirador de La Providencia, una muy interesante creación del arquitecto Ángel Noriega Vázquez que de alguna forma fusiona arquitectura y escultura.

Gijón: Mirador de la Providencia

Su forma de proa de barco nos avanza en el aire hacia el mar. Con el paso de los años esta construcción se ha deteriorado un tanto pero sigue ofreciéndonos unas vistas impresionantes de Gijón. Y si el día está despejado y llevamos en el coche unos prismáticos, podremos ver el pueblecito de Candás en la distancia, pero ese quedará ya para otra ruta.

Tras un rato respirando puro aire marinero arrancamos de nuevo el Porsche y nos vamos hasta el restaurante Somió Park para hacerle un par de retratos al 968 y comer en su terraza de verano. Que lo disfrutéis!

El 968 en el restaurante Somio Park

Un comentario sobre “Ruta: De Oviedo a Gijón en Porsche

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