Muchas veces hay cosas que surgen prácticamente de forma espontánea. Parecía haber en el ambiente una necesidad, un apremio por salir con nuestros Porsche de ruta todos juntos antes de que el suave otoño pasara a ser el crudo otoño y con el disimulo de pasar de hoja en el calendario, llegar al crudo invierno.
Es una época, la de la segunda quincena de Octubre y prácticamente todo el mes de Noviembre, en la cual hay que tener especial cuidado en Asturias con las hojas caídas de los árboles ya que no solo las lluvias sino incluso la humedad siempre presente en las zonas umbrías de nuestras carreteras hace que cualquier descuido pueda convertirse en un susto. Entre medio en serio y medio en broma nos dimos cuenta que en los últimos años siempre que la Familia Real se desplaza a Asturias a dar los prestigiosos Premios Princesa (antes Príncipe) jamás llueve. Los premios se entregan siempre un viernes y al día siguiente se homenajea al Pueblo Ejemplar de la región elegido en el año. La decisión fue inmediata: Haríamos la salida en el fin de semana de los Premios Princesa de Asturias. Y no solo eso: En consonancia con el carácter de los Premios, la Ruta tendría un componente cultural obligatorio, algo diferente a rodar y rodar kilómetros solamente.
El resultado ha sido un éxito tan rotundo que se ha convertido en un clásico instantáneo. Y no solo eso: El espíritu que se generó en ese día ha dado paso a lo que ya es conocido como Grupo AsturRing Porsche Atlántico. Crecemos y lo hacemos incorporando a nuestro calendario anual la Ruta Princesa de Asturias que se celebrará siempre a partir de ahora el fin de semana de Octubre coincidente con los premios más prestigiosos que se conceden en nuestro País.
Quedamos todos en las instalaciones de un hotel cercano a la desembocadura del Río Nalón a las diez y media de la mañana. Briefing y cálidos abrazos antes de ponernos en marcha en unas carreteras que aún dormitaban entre los grises de la neblina procedente del mar. Vamos con ritmo muy tranquilo para calentar el aceite y sin prisa, que la primera parada está a menos de diez kilómetros del punto de partida: San Esteban de Previa. Aparcamos los coches y salimos a escuchar todo lo que Félix nos cuenta sobre la historia del carbón y cómo San Esteban de Pravia fue en su día el mayor puerto carbonífero de Asturias, la tecnología empleada para cargar el mineral en los barcos y la ingeniería de las Grúas de la famosa empresa de ingeniería Babcock & Wilcox.
Aunque la actividad industrial del pueblo se haya prácticamente extinguido, es verdaderamente un privilegio tener las grúas autoportantes en un perfecto estado de conservación. Con casi cien años a sus espaldas su estructura está basada en pies derechos metálicos, castillete de madera y pluma también metálica, naturalmente. Apenas hay soldaduras y todas las uniones son roblonadas, como corresponde a la época. Tan solo la contemplación de estas grúas y las vistas sobre la desembocadura del río Nalón merecen la pena la visita y la parada.
Nos ponemos en marcha y continuamos paralelos al río hasta el final, donde existen unas piscinas de agua de mar y una gran explanada donde hubiera sido ideal colocar los coches y sacar el dron para hacer unas tomas. Lo habíamos considerado pero unos días antes pudimos medir en el mapa que estaríamos a menos de tres kilómetros del Aeropuerto de Asturias. Nada de dron, por tanto. Rodeamos la explanada y nos dirigimos ahora hacia el Mirador del Espíritu Santo.
Son muy pocos kilómetros. En realidad es salir de San Esteban de Pravia, hacer tres curvas y ya estamos en el Mirador, pero como hemos avanzado párrafos atrás, el Ruta Princesa se caracteriza por su carácter cultural y paisajístico.
Y qué paisajes! Este mar Atlántico que se regionaliza en Cantábrico nos ofrece una visión siempre relajante y a la vez magnética donde apenas somos conscientes del paso del tiempo. Para cumplir el timing de la salida somos muy conscientes de que no debemos perder de vista el reloj mientras dejamos que los participantes venidos de Cantabria, Galicia, Madrid y Castilla y León lo aprecien totalmente despreocupados.
Para que no nos de el atardecer, como en la foto, damos unas voces y arrancamos de nuevo nuestros Porsches. El destino siguiente tampoco queda muy lejos. De hecho en esta primera parte de la Ruta Princesa hay pocos kilómetros y muchas salidas y entradas al coche. Tenemos práctica pero todos coincidimos al bromear que hace diez años entrábamos y salíamos mejor del Porsche.
Llegamos enseguida a la Playa del Aguilar. Se trata de una de esas joyas de playas que existen en Asturias con la particularidad de que es una de la más planas. Ocurre por tanto como en las de Normandía en el Norte de Francia: La extensión de playa en marea baja es enorme, y al subir esta lo hace de forma rapidísima. A diferencia de lo que ocurre en la bahía del Mont Saint Michel no hay aquí arenas movedizas pero hay que estar atento en los meses de verano a no tener que enfrentarnos a nadar inesperadas distancias. No da tiempo ya a parar con nuestros coches en las abundantes plazas de aparcamiento, pero si que pasamos, homenajeando la playa, prácticamente al ralentí.
Siguiente parada, Cudillero. De nuevo pocos kilómetros amenizados por un par de paellas seguidas, la primera a izquierdas, que no nos inquietan ya que la humedad de primeras horas de la mañana ha desaparecido por completo.
Cudillero es probablemente junto a Lastres y Tazones el pueblo de pescadores más pintoresco de toda Asturias. Todo el pueblo está trazado en forma de anfiteatro que se asoma al mar con fuertes pendientes. Teníamos dudas de si dejar los coches en la zona del puerto, bajando por el acceso oeste, o bien directamente a través de la localidad pesquera, mucho más abrupta y estrecha en la bajada. Hay que agradecer desde aquí al gobierno local y de forma particular al Alcalde de Cudillero, D. Ignacio Escribano Fernández por entender nuestra ilusión y concedernos todas las facilidades para aparcar los coches no ya hasta la cocina, sino hasta el mismísimo mar. En la foto de arriba, el 991 Turbo S y el 997 4S negros están a menos de diez metros en cuesta de las olas. Pocos espectáculos más hermosos puede disfrutar un porschista.
Nos tiramos prácticamente media hora que se nos hacen cinco minutos en nuestra percepción charlando entre nosotros, con la gente de la localidad y con los agentes municipales que nos han tratado exquisitamente. Dejamos Cudillero, dejamos muchas sonrisas y todos nosotros arrancamos de nuevo motores con otra de oreja a oreja. Es el momento de tomar la salida por la CU-3 y en la primera rotonda tomar a la derecha la N632a en dirección a la Concha de Artedo.
Con tanto subir y bajar y tantas emociones concentradas recorremos unos pocos kilómetros más y paramos en el Bar El Reguerín, al lado del pequeño núcleo urbano de Oviñana. Tal vez haya por la zona restaurantes más sofisticados, pero el cariño conque somos recibidos en el Reguerín y la calidad suprema de sus pinchos no los olvidaremos nunca. Otra media hora de risas y de charla incesante hasta salir de nuevo con los coches. Tenemos ahora un mini briefing complementario al del comienzo de la jornada, ya que lo que tenemos por delante es ruta pura y dura. Afrontaremos “La Torturadora” y se hace necesario comentar a los participantes, sobre todo a los que vienen de más lejos, los secretos y las llaves de esta ruta, sabiendo que está algo sucia de hojas y ramas y sobre todo las particularidades del trazado. Tenéis toda la información sobre el recorrido en el enlace de este mismo párrafo.
Tras, ahora si, una buena cantidad de kilómetros, llegamos a Luarca, entrando por la VA-1 para acceder al que probablemente sea el Cementerio más bello de España, al cual homenajea la carretera circunvalándolo antes de bajar al centro de la Villa. Hay contundentes límites de velocidad que nos vienen de perlas, ya que lo que deseamos es pasar al ralentí, disfrutando del paisaje.
Salimos de Luarca y tomamos de nuevo la N634 en dirección Galicia. Atravesamos Navia y continuamos ya hasta Tapia de Casariego donde todo está ya exquisitamente preparado en el Restaurante Palermo, pero antes no podemos por menos que rendir homenaje de nuevo al mar, en un mirador donde vemos ya Galicia. Tras la comida la Ruta seguía hasta Ribadeo, pero, ay, que justas van ya las fuerzas cuando terminas prácticamente a las seis de la tarde en un prácticamente una estrella Michelin. Solo alguno atravesó al final el Puente de los Santos a 20 metros sobre el mar.
Ha sido este, como os decíamos al principio, un día especial en el que hemos participado a nuestra manera de la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Todo la ilusión de Asturias en sus Premios más internacionales parece habernos contagiado en un día mágico, en un día puro AsturRing en el que se nos han juntado, además, dos partners estratégicos: El Centro Porsche A Coruña y la división de fotografía de Canon España, a los cuales agradecemos desde aquí todas las atenciones con las que nos han añadido un punto más de felicidad. La Ruta Princesa queda oficialmente inaugurada. Os dejamos a continuación los planos del roadbook de la edición de este primer año. Y no os perdáis nuestros vídeos en Instagram: Nuestro hashtag es #asturring