Ruta: Tres arquitecturas

Esta es la primera ruta de este 2018 que prácticamente lo tenemos aún a estrenar y por tanto será una ruta suave, con poca complicación. En realidad es una ruta que enlazará las ciudades de Gijón, Oviedo y Avilés con la excusa de visitar tres arquitecturas que están no solamente entre lo más interesante de Asturias sino probablemente de entre lo mejor de todo el país.

A fecha de publicación de esta entrada al Blog faltan tan solo unos días para que comiencen las Olimpiadas de Invierno, e inspirados en el lema “Altius, Citius, Fortius” y jugando un poco con él, elegimos tres obras arquitectónicas a las cuales ya de antemano podemos denominar “la más antigua, la más grande y la más moderna”. Nos estamos refiriendo a los Monumentos Prerrománicos situados en las afueras de Oviedo, a la Universidad Laboral, situada en las afueras de Gijón, y al Centro Niemeyer, en las afueras de Avilés.

Para desplazarnos en nuestro Porsche de un sitio a otro la verdad es que lo más cómodo es ir por la autopista “Y”. Siempre con mucho tráfico, si, pero hoy toca visita cultural, aunque el que quiera curvas puede ir de Oviedo a Gijón (ruta del blog) o de Oviedo a Avilés saliendo en dirección Norte hasta Lugones y después tomar la AS-17 hasta Avilés. O de Avilés a Gijón por la AS-19…, Vale, prometemos ruta Oviedo-Avilés-Gijón por “les caleyes”! (carreteras del peor rango imaginable).

En cierto modo, el triángulo casi equilátero que forman estas ciudades nos impide preferir una u otra como punto de salida, así que tomaremos en esta ocasión Oviedo como punto inicial de nuestra ruta por aquello de ser la capital del Principado. Al norte de la ciudad nos encontramos, en las primeras rampas de subida al Monte Naranco, con la Iglesia de San Miguel de Lillo y el Palacete de Santa María del Naranco, ambos auspiciados por el rey Ramiro I. Son la arquitectura emblemática más antigua de Asturias, y datan aproximadamente del año 845.

Se dice pronto esto del año 845. Llevan en pie casi mil doscientos años. Para ponerlo en perspectiva, y solo a modo de ejemplo, la Universidad de Salamanca, una de las más antiguas del mundo, celebra este año sus ochocientos años en pie y no está lejos el medio milenio entre la fantástica universidad española y los monumentos prerrománicos asturianos. Año 845. En Estados Unidos no existía aún otra sociedad que la de los indios, los estadounidenses originales. Cuando uno se aproxima a estos monumentos y tiene en cuenta su fecha de ejecución uno siente un abismo.

Aparcar el Porsche al lado de estos monumentos se puede pero no se debe, aunque si es cosa de un momento nadie dirá nada. Existe un amplio aparcamiento no obstante unos metros más abajo desde donde se alcanzan tras una pequeña caminata.

No nos vamos a extender mucho en la descripción arquitectónica de estas construcciones del prerrománico, pero os invitamos a descubrir que en Santa María del Naranco en el siglo IX ya existía el concepto al que hoy en día llamamos “chill-out”. O a preguntaros porqué San Miguel de Lillo tiene esa forma tan peculiar, tan campechanamente esbelta. Fijaros bien en la estructura de ambos edificios y mirad qué es lo que soporta el peso de los mismos. Fijaros en los materiales empleados y en las texturas visuales. Tocad los muros, subid las empinadas escaleras de Santa María del Naranco y contemplad el paisaje desde el mirador. En los excelentes enlaces de este párrafo tenéis una información de lo más completa, pero para comprender un edificio hay que caminarlo, sentirlo, darse uno su tiempo, y sobre todo hacerse preguntas. Os dejamos una serie de fotos antes de pasar a la siguiente arquitectura.

Salimos ahora con nuestro Porsche, el cual lleva ya el maletero con una buen ración de historia, en dirección Gijón. En las afueras, al Este de la ciudad será muy fácil esta vez aparcar el coche, ya que disponemos de un muy amplio aparcamiento gratuito.

La Universidad Laboral no solo es el mayor edificio de Asturias sino que es el mayor edificio de España con más de un cuarto de millón de metros cuadrados de planta. Construido en la década de los años cincuenta del siglo pasado , la idea detrás de la promoción de esta obra faraónica era la de crear un orfanato minero que diera respuesta a las necesidades de los niños cuyos padres habían fallecido trabajando en las minas asturianas. El arquitecto Luis Moya Blanco hizo de este proyecto su tour de force vital, comparable por ejemplo al empeño inconcluso que puso Gaudí con la Sagrada familia de Barcelona. Las autoridades de entonces decidieron variar el uso y enfocarlo hacia un enorme complejo para la formación profesional de los jóvenes, acogiendo en su mejor momento a unos 3000 alumnos. Muchos de los técnicos que forjaron la poderosa industria asturiana del ultimo cuarto de siglo en Asturias se forjaron en este espectacular edificio.

El comienzo de la visita nos recibe con una puerta-torre magnífica que da paso a un atrio corintio que una vez atravesado da luz a un gran patio central. Es aquí donde se funden arquitectura y urbanismo, ya que la idea generadora de la Universidad Laboral era convertirla en una ciudad de conocimiento, impregnada de ideas traídas de la antigua Grecia. A la derecha nos encontramos, en la fachada del patio orientada al Sur, con el gran Teatro con una gran fachada de estilo helenístico. Se trata de un auditorio con aforo para 1500 personas con una acústica soberbia. Todos los asturianos, sospecho, hemos ido al menos una vez en nuestras vidas a escuchar un concierto ahí.

Desde el mismo patio se accede también a la Iglesia, la cual presume de ser la de planta elíptica mayor del mundo. No son de desdeñar tampoco las dimensiones de la cúpula. No son las de San Pedro Vaticano o las del Duomo de Florencia, pero no se queda corta. Hasta hace pocos años, quien se quería casar de forma majestuosa en Asturias solo tenía tres sitios: Covadonga, la Catedral de Oviedo, o la Iglesia de la Universidad Laboral.

Y qué decir de la Torre? Con sus 130 metros de altura supera a la Giralda de Sevilla (en la que se inspira), y el Big Ben de Londres son casi 40 metros menos. No solo es el edificio más alto de Asturias, sino que sigue ostentando el record del edificio en piedra más alto del país y sigue siendo el faro de referencia visible prácticamente desde todo el Concejo de Gijón.

También desde el patio, que como hemos apuntado antes, es el punto que organiza todo el entorno, podemos acceder hacia la izquierda a las terrazas, instalaciones deportivas y jardines de clara estética andalucista.

Todo es grande en la “Uni”. Hasta los complejos y los anacronismos. En los años ochenta del siglo pasado estuvo completamente cerrada a cal y canto ya que los políticos “no sabían muy bien que hacer con ella”. ¿Qué hacer con ella? En un país anglosajón se hubieran matado por tener ahí una universidad privada de las de a 30.000 Euros la matrícula. Actualmente se le va dando uso pero está aún lejos de llegar a todo su potencial. Una acción AsturRing tal vez intente algún día llenar el patio principal de Porsches, y no es una amenaza sino que será un merecido cumplido.

Al salir de la visita, podéis visitar también el Centro de Arte y Creación Industrial, que queda a pié de aparcamiento, y si andáis con ganas de pasear, el Jardín Botánico Atlántico tiene merecida fama.

Entramos ahora en nuestro Porsche y nos vamos hasta Avilés para visitar el Centro Niemeyer. A pesar del mapa que hemos puesto encima de este párrafo es un sitio complicado de acceder ya que su señalización es pésima. Solamente al llegar al cruce a derechas que hay que tomar para llegar al parking es posible ver un pequeño cartel indicador. Como suele suceder, cuando finalmente lo ves ya te lo has pasado. El navegador nos ayudará en estos casos, o una buena consulta a Googlemaps antes de salir del hotel.

Digamoslo claramente: Oscar Niemeyer fue el ultimo de los cuatro o cinco arquitectos de fama mundial que desplazaron el paradigma de la arquitectura en el siglo XX. En todo el Cantábrico tenemos el Guggenheim en Bilbao de Frank Gehry, el Reciente Centro Botín en Santander de Renzo Piano y la Cidade da Cultura en Santiago de Compostela de Peter Eisenman. Todos ellos grandes maestros, pero Niemeyer ha jugado en una liga superior. Ha sido el último de los míticos y el Centro Niemeyer, CN, de Avilés es su último proyecto construido. Sede de la ONU (junto a una comisión de otros arquitectos), Catedral de Brasilia, Congreso Nacional de Brasil… poco más hay que decir.

Las líneas del CN tienen una fluidez que parecen salidas de la naturaleza. El ordenamiento de los espacios y las formas es supremo, y cuando te plantas en medio de la plaza sientes una armonía especial. Síndrome de Stendhal puro. Poesía hecha trazo. Te recomendamos pasear con tranquilidad entre los elementos compositivos, el edificio de usos múltiples, el cual alberga cafetería y varias salas perfectamente ordenadas por un pasillo en forma de arco. En la planta baja del auditorio probablemente habrá alguna exposición interesante, o tal vez hayas preparado el viaje para hacerlo coincidir con un concierto en este edificio especial donde el escenario puede mirar hacia el interior o hacia la plaza. Si llueve puedes caminar sin mojarte desde el auditorio hasta la cúpula. No hay columnas, es la propia forma de la construcción la que autosostiene este elemento del Centro Niemeyer. Y la torre, ah el sacacorchos! Sube al mirador y contempla el conjunto. Qué lástima que Koldo Miranda haya trasladado su restaurante a Colombia, cuanto se disfrutaba allí.

 A modo de resumen hemos visitado en esta entrada al Blog tres arquitecturas que son un tesoro en nuestra región. Curiosamente no concentran grandes afluencias de visitantes debido sobre todo, sospechamos, a una pésima promoción. Disfrútalas. Quedarás impresionado. Especialmente si vives en Asturias. Es como el parisino que nunca ha subido a la Torre Eiffel. Comprensible e imperdonable a la vez.